miércoles, 16 de marzo de 2016

Día Décimo sexto




Día Décimo sexto. – Ahora que se grita por ahí aquello de "Lobo amigo, mi voz está contigo" me recuerda mi agricultor aquellos días de nieve cuando su padre le evocaba, en charletas nocturnas, que los lobos descendían desde la Vaqueriza gravaleña hasta las afueras del pueblo, que no eran otras que los erales y corrales del Paso. Eran lobos silenciosos, de ojos dorados, con colmillos como hoja de navaja, grises o pardos que, de repente, fueron los dueños de la noche, aullando a las estrellas cuando llegaban a reunirse en manadas jerarquizadas hasta atacar a los ganados entre el pavor de los zagales, mientras sus mastines castellanos no eran capaces de defenderlos al dormitar en otros pagos no muy lejanos o bajo el leve pie del enano Nicolasito Pertusato. ¡¡¡Feliz miércoles de Pasión!!!


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