Día Décimo tercero. – Hoy mi agricultor, en su despertar, no ha hecho
otra cosa que recordarme que, por fin estamos en el preludio de Semana Santa
con san José “el torrijero o buñuelero” de por medio. La temperatura va recuperándose. Y mientras camina por la
calle, huele a iglesia revenida y enmohecida, olor que desprende una pastelería
de bastante renombre. Entra; descubre que el olor procede de las torrijas que
se fabrican dentro. Se revuelve. Mira el precio: 3,80 € la unidad, por un trozo de pan
mojado en leche, aromatizado y frito en aceite de dudoso origen. Empieza a creer que las torrijas las fabrican
con leche de vaca india que se alimenta de caviar beluga 000 y se
refresca con Bling H20, agua de lujo por
excelencia. Pregunta si venden el pan para hacer torrijas. ¿Su precio? 1 euro.
No le salen las cuentas. Huye despavorido. ¡Nunca más! ¡Nunca más! ¡¡¡Feliz
domingo, aunque sea con esta media docena de leche frita casera!!!
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