Día Octavo. – Hoy, y antes de
pasear, me comenta mi agricultor que para ver la floración hay que darse prisa,
ya que dura unos pocos días Es todo un espectáculo, todavía, en el centro del
invierno, el primer espectáculo de la pre-primavera: la floración de los
almendros en cualquier quinta, bancal, huerto o en ese olvidado ribazo donde
nació y creció ese solitario y olvidado, pero bello, almendro silvestre, que es
bañado por las cercanas aguas de esa acequia que calma la sed de su grandiosidad
que, estos días, luce sus espectaculares galas de flores blancas y rosas en ese
majestuoso parque público que es la Naturaleza. ¡¡¡Buen martes!!!
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