jueves, 31 de marzo de 2016

Día Trigésimo primero








Día Trigésimo primero. – Hoy, es jueves y mi agricultor se ha acercado hasta el mercadillo, ha pasado lista y me ha dicho: Ya estamos oficialmente en primavera: hemos adelantado el reloj una hora, los pajaritos cantan, las nubes se levantan, todo huele a azahar, los puestos han cambiado su gama cromática de los naranjas de los cítricos a los rojos y verdes de fresas, cerezas, ciruelas, espárragos, habas, guisantes o espinacas (con alguna concesión al primer amarillo-rosado de algún cestaño suelto de albaricoques). Todos ellos listos para darle a nuestro cuerpo alegría –Macarena– y hacer del campo, nuestro campo, un lugar, sino mejor, diferente, porque:

“Vengo del campo, vengo
con un silencio
clavado en carne viva,
de flor de almendro. 
Vengo del campo, traigo
desnudo un cielo
arrobado en los brazos
de mi misterio. 
Vengo del campo, vengo
con un silencio
que me desnuda el alma
con infinitos besos”.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario